lunes, 14 de mayo de 2007

El Gozo y la Vida

Ayer estaba trabajando, pensando en eso que me traigo en manos todas las noches: "Mandar el parte de policía, montar el desayuno, atender las últimas entradas..."

Termino todo rápido e intento ponerme a estudiar... no parece funcionar, algo lógico ya que a las tres de la madrugada es difícil sentir apetencia por una programación didáctica de la que te quedan aún 20 folios por inventarte. Pruebo poner música, eso a priori funciona y me hace pensar... De pronto me acuerdo de que tengo que fregar el suelo de toda la recepción y me pongo a pensar en estos cinco últimos años, desde que comencé la carrera... hasta el día de hoy:

Sales hecho un pipiolillo que no sabe ni donde tiene la nariz, lleno de teoría, eso sí, aunque experiencia en la vida cero. Te quieres comer el mundo por momentos, momentos que alternas por supuesto con otros en los que sabes que estás más verde que la cebolla. Tienes experiencias... centrémonos en las sentimentales, ya que estos últimos cinco años si tuviera que resumirlos en una palabra sería eso "sentimiento". Hay frases que las llevas escuchando toda la vida, las tienes más que trilladas... pero realmente no sabes lo que significan hasta que las vives en tus propias carnes. Es ahí cuando entiendes a los viejos cuando dicen "qué sabrán los jóvenes de la vida"... jajaja... y en ese momento te dices a ti mismo "pues sí que es verdad.. qué cojones sé yo de la vida... ¡nada!".
Primero aprendes lo que es el amor, claro, ¡cuando te pillas desesperadamente! y lo peor es que no te suele pasar una vez... ¡que va! Y lo que es aún peor, es que siempre la última vez piensas que es más que la anterior. Ahí tienes varias opciones; o bien volverte frívolo y hacer lo mismo que te han hecho, andar con más tiento la próxima vez; o directamente cerrarte por completo a todo el mundo. También está la opción de que te vuelva a pasar lo mismo... que suele ser lo más habitual.
Más tarde te das cuenta que no sabes lo que es en absoluto la vida hasta que tienes la experiencia de tirarte a la calle como un condenado en busca de trabajo... a no ser que te caiga el trabajo del cielo o que no tengas necesidad de buscarlo porque tengas unos padres que te mantengan como un adolescente hasta que encuentres algo aparente... Pero para los que no lo hemos tenido fácil, ahí nos damos cuenta de lo que es "ser buscavidas".
En el camino vienen muchas más cosas, pero hasta cierto punto pueden tratarse de asuntos triviales y nada comparables con pararte en un momento de tu vida en seco y preguntarte... ¿Qué narices he hecho hasta ahora con mi vida? ¿La habré aprovechado? Hay gente que parece que el paso del tiempo lo llevan fantasticamente. Pero para las mentes pensantes, entre los que me incluyo yo, eso no es ninguna tontería, ya que de una forma o de otra terminas siendo consciente de que vas a vivir una sola vida y cada año que pasa no volverá.
Por último tenemos el tema de la salud y ahí sí que podemos decir que "hemos topado con la iglesia", porque hasta que la vida no te pone en una sitación comprometida quizás no llegas a valorarla completamente...
El caso es que entre batido y batido del mocho, sólo se me ocurra dar gracias, y dar gracias porque aún con todo el camino recorrido, sigo de pie, con mi curro, estudios y encima entero.
¡Qué más puedo pedir!